En tan sólo diez días del año recién estrenado, se está confirmando la tendencia (anticipada por los bancos de inversión internacionales) de un incremento de operaciones de M&A en Europa. Esta es la consecuencia lógica derivada de un estancamiento económico que limita el crecimiento orgánico y provoca que las empresas realicen movimientos expansivos por la vía de las adquisiciones y fusiones.
En España, las tendencias todavía no están muy marcadas, pero todo apunta a que el middle market recibirá menor inversión extranjera compensada por un aumento del interés de las propias empresas españolas en crecer de forma inorgánica y así mantener su crecimiento y diversificar riesgo país y de mercado. Otra de las tendencias previsibles es la desinversión en empresas españolas como reacción a los retos e incertidumbre a corto y medio plazo.
Es todavía muy pronto para confirmar tendencias, pero desde ya mismo, las empresas están tomando decisiones que se mueven entre la intensificación de adquisiciones (tanto internas como cross border), las desinversiones y las operaciones con fondos de capital riesgo (sector muy activo, con liquidez y afán inversor).
Lo que parece claro es que todas las empresas, grandes, medianas o pequeñas, quieren mejorar y crecer. Y 2020 es buen momento para hacerlo ganando tamaño y apostando por la internacionalización.